Para las personas que han perdido sus dientes debido a una enfermedad o a una lesión, las dentaduras son importantes para restaurarles su sonrisa y que puedan realizar las tareas del día a día, como comer y hablar. Sin embargo, en ocasiones habituarse a ellas puede requerir un período de ajuste no más allá de unas cuantas semanas.
Habitualmente sentirá que la dentadura esta «floja» pero solo mientras los músculos de su mejilla y lengua aprenden a mantenerla en su lugar. Tampoco es inusual experimentar irritación, dolor menor, aumento temporal en el flujo de saliva, etc.
El solo hecho de comer le llevará un poco de práctica. Es recomendable que comience con alimentos blandos cortados en pedazos pequeños, masticando lentamente con ambos lados de su boca y con cuidado de que la dentadura no se incline. Deberá tener cuidado con alimentos calientes o duros y con huesos o alimentos puntiagudos, que pueden dañarle las encías. De esta forma a medida que se acostumbra a masticar, añada poco a poco otros alimentos hasta conseguir que su dieta sea la de siempre.
En ocasiones tendrá problemas para pronunciar ciertas palabras, al igual que leer en voz alta. También puede ocurrir que su dentadura «chasquee» mientras habla. En estos casos se intente hablar un poco más despacio, hasta que pase el periodo de adaptación.
Puede ocurrir que su dentadura ocasionalmente se resbale cuando ríe, tose o sonríe. Cuando le ocurra esto, intente colocarse la dentadura mordiendo suavemente y tragando.
Todos estos inconvenientes son pasajeros, aunque si persiste la irritación, el dolor, la dificultad para el habla, etc, es recomendable que consulte lo antes posible con su odontólogo de confianza, que le realizará el seguimiento correspondiente.
Fuente: www.odontoplanet.org