El Colegio Oficial de Dentistas de Navarra alertó hoy del riesgo de acudir a nuevas formas de clínicas dentales, generalmente franquicias y cuyo dueño no es un dentista, y advirtió de que «hay que tener cuidado» con la relación entre «la diferencia económica que el paciente se puede ahorrar y la calidad de la asistencia«.
Así lo expuso hoy la presidenta del Colegio Oficial de Dentistas de Navarra, Beatriz Lahoz, en la presentación del libro ‘¡Horror… tengo que ir al dentista! Claves para superar el miedo’, del presidente de la Asociación Profesional de Dentistas APDENT, Carlos García, quien en su obra dedica un espacio a lo que él llama «falsas clínicas dentales«.
Lahoz afirmó que «hay que saber que ciertas cosas tienen un precio y que nadie nos va a regalar nada«. En este sentido, se preguntó «qué haría una persona que encuentra un paracaídas de 1.000 euros, cuando el precio normal es de 3.000«. «Ojalá no tenga que usar el más barato«, indicó.
Preguntada por el esfuerzo económico que a muchos ciudadanos les supone ir al dentista y la decisión de algunas personas de viajar a Francia a consultas de mecánicos dentistas, por suponer un menor coste, Lahoz señaló que «el fabricante es una cosa y el que tiene que hacer el acto médico es un médico«.
Así, argumentó que los mecánicos dentistas «no son dentistas, sino los que fabrican las prótesis«. Por ello, se preguntó si las mujeres acudirían al fabricante de los dispositivos intrauterinos (DIU) en vez de ir a un ginecólogo.
En la misma línea, Carlos García expuso que «el principal objetivo de estas franquicias es el económico y se basan en el marketing y la publicidad para atraer pacientes». «Hemos oído muchas veces que una franquicia ha cerrado y ha dejado a sus pacientes sin su tratamiento después de haberlo financiado«, sostuvo. Además, el profesional también alertó de que «muchas veces estas franquicias realizan más tratamientos de los que necesita el paciente, para poder tener esos rendimientos económicos«.
Frente a estas nuevas formas de clínicas, García defendió la «calidad asistencial» del dentista tradicional, «de toda la vida, dueño de su clínica, de confianza, que va a tratar directamente con sus pacientes y se preocupa de atenderles bien». Según apuntó, este profesional «no necesita de grandes sistemas de marketing y publicidad para que las personas vayan a su consulta, porque funciona con el boca a boca«.
Fuente: noticiasdenavarra.com
