En la práctica odontológica, es bastante común de observar la gran preocupación de los padres con respecto a cómo evitar el miedo al odontólogo en sus hijos. Sobre todo cuando es su primera visita al dentista.
Es importante considerar que el conocimiento que tienen los padres y actitud frente a la importancia de la salud oral, además de sus propios miedos frente al tratamiento odontológico, puede influenciar enormemente en el cuidado dental de sus hijos.
A veces es tanta la ansiedad o miedo de los padres que se pueden producir las siguientes situaciones:
– En primer lugar, que su hijo adquiera esta actitud por medio de relatos de los mismos padres de experiencias traumáticas.
– Segundo, que los padres retarden la primera visita a cuando el niño/a ya está en edad escolar, llegando en ocasiones en muy mal estado de salud bucal.
– Y preparar en exceso a su hijo, a veces no utilizando un buen método, produciendo un alto nivel de ansiedad que se manifiesta cuando el niño observa el sillón dental haciendo que la atención dental sea mucho más difícil.
Es por este motivo que se deben tomar las siguientes medidas para prevenir que se desarrolle el miedo a la atención dental: Los niños deben visitar regularmente a su dentista y desde muy temprana edad. La edad recomendada es antes del año de vida.
Si los padres presentan miedo, ansiedad o fobia al odontólogo, hay que evitar comentarios a sus hijos, debemos recordar que las experiencias suyas no van a ser las mismas que las de sus hijos.
Se deben instaurar desde muy pequeños, hábitos de cuidado bucal, como cepillado de dientes y evitar alimentos azucarados y fuera del horario de las comidas. Si el niño tiene desde pequeño instaurado este tipo de hábitos, será más amigable para el niño conocer a la persona que “cuidará de sus dientes”.
Preferir que su primera visita sea con un especialista en Odontopediatría o con experiencia en niños, ya que ellos tienen las herramientas necesarias y conocimientos de cómo presentar esta nueva situación a los niños, además que la manera de acercarse a ellos es distinta y el niño la percibe de forma más amigable.
Y finalmente, algo fundamental es que los padres deben tener plena confianza en el odontólog@ y dejar que él maneje la situación, ya que si el niño percibe algún tipo de aprensión será muy difícil lograr la confianza que necesitamos del pequeño.
Fuente: www.guioteca.com