Salvo si es por un traumatismo, la afectación de la articulación Témporo-Mandibular o ATM, suele ser provocada por una incorrecta oclusión del paciente o bien porque este “rechine o apriete los dientes” (Bruxismo).
El Bruxismo además de provocar desgaste de las piezas dentales, puede ocasionar desequilibrios importantes en la ATM, sensibilidad excesiva de los dientes (la dentina queda al descubierto debido al desgaste), problemas en la deglución, movilidad dental y perdida del diente. Debido a la hiperactiviad de los musculos maseteros y temporales del bruxópata, llegará a padecer con frecuencia dolor facial e incluso problemas en las cervicales y en la espalda.
Es importante considerar que el Bruxismo es un habito involuntario por lo que es fundamental un diagnostico precoz mas que la prevención del mismo.
El tratamiento como es lógico consiste en la correción del desequilibrio entre la articulación, los músculos y los dientes. Para ello se utilizan varias técnicas, desde Férulas de Descarga, ortodoncia; implantes dentales, prótesis dentales y “Esculturas Dentales” para recuperar o restaurar piezas perdidas. Todo esto hay que comprementarlo en muchos casos con tratamiento fisioterapeútico y/o medicamentos “relajantes”.